Nuestro vuelo llego muy tarde (o muy temprano, eran las 2 de la mañana) así que nos quedamos en un apartamento cerca del aeropuerto, Al Qastal Building, el que reservamos vía Booking. Ofrecían pickup y nos estaban esperando cuando salimos.
Compramos algunos snacks en el WHSmith antes de dejar el aeropuerto. El departamento estaba bien, simple pero cómodo para pasar la noche.
Para tips generales de Jordania, hagan click aquí.
Día 1 – Desde el Aeropuerto a Petra
Dado que nos habíamos acostado a las 4 am, nos levantamos recién a las 10 de la mañana y desayunamos algo rapidito, solo jugo y galletas. Luego del check-out caminamos por 10 minutos hasta el Montecarlo Car Rental para buscar el auto. Estuvimos ahí como 20 minutos con el papeleo y finalmente nos dieron un Mitsubishi Mirage 2015 automático que estaba bastante venido a menos y que hacia algunos ruidos extraños. Tenía más de 120,000 km en el odómetro.
Si bien nos sorprendió que el coche no fuera lo que esperábamos, el servicio de la compañía fue bastante bueno como decían otros viajeros en Tripadvisor.
Luego de firmar papeles y cargar el auto, arrancamos el camino hacia Wadi Musa, que es a 300 kilómetros del aeropuerto vía la Desert Highway. No hay mucho para ver en la ruta, solo desierto y algunos pueblos pequeños que parecen perdidos en el tiempo.
Cerca de Petra hay una salida de la autopista que está bien señalizada para subirse a la King’s Highway. Por ahí hicimos una corta parada en las ruinas del Castillo de Shobak, que está incluido en el Jordan Pass.
Continuamos nuestra ruta hacia Wadi Musa y finalmente llegamos a nuestro hotel, Petra Gate, que era el más barato que encontramos. El staff es super amable, pero las instalaciones no tanto, aunque la ubicación es buena y pudimos estacionar en la puerta.
Como ya era casi la hora del atardecer no hicimos mucho, solo caminamos por la zona. No hay casi nada para ver en Wadi Musa. Cenamos temprano un shawarma y nos acostamos temprano dado que queríamos arrancar antes del amanecer al día siguiente.
Día 2 –Petra
Nos despertamos a las 5:30 am, desayunamos rápido en el cuarto (jugo y galletas), agarramos nuestras viandas preparadas por el hotel y manejamos hasta el Visitor Center de Petra, que tiene un gran estacionamiento.
Como teníamos el Jordan Pass no tuvimos que comprar tickets, pero igualmente debimos entrar al visitor center para que nos sellen el pase. También compramos tickets para el Petra by Night de esa misma noche. Luego de atravesar un mercado, llegamos al control, donde nos pidieron los pases y pasaportes. Luego comenzó la larga caminata.
Se ven hombres ofreciendo llevarlos en carruajes o caballos, diciendo que esta incluido en el ticket, pero ellos esperan recibir una gran propina al final. Rechazamos la oferta amablemente y seguimos caminando los 800 metros que separaban la entrada del Siq. En el camino se puede ver la Obelisk Tomb.
Finalmente llegamos al Siq, un camino que atraviesa un canon gigante. Estábamos solos y frenamos a sacar muchas fotos, maravillándonos con cada vuelta. El Siq tiene 1.2 km de largo y toma aproximadamente media hora.
Después de varias vueltas aparece la vista mas maravillosa de todo Jordania: el Tesoro, la famosa construcción en la roca. No lo podíamos creer. Nos pasamos la siguiente hora tomando fotos desde todos los ángulos. Había solo unos pocos turistas, pero nada comparado con la cantidad de gente que vimos mas tarde, cerca del mediodía. Un momento perfecto.
En Petra vive una comunidad de Beduinos que trabaja en el lugar ofreciendo paseos en burro o camello y vendiendo souvenirs. Además, ofrecen llevar a los turistas a la vista del Tesoro desde arriba, a cambio de una gran propina sin duda, a lo que contestamos que no varias veces. No teníamos pensado subir, pero lo hicimos finalmente, de la manera “gratis”.
Seguimos caminando, disfrutando la vista: muchas cuevas, un anfiteatro y las Tumbas Reales. El lugar estaba prácticamente vacío así que lo tuvimos todo para nosotros. Las tumbas son muy interesantes.
Detrás de las tumbas seguimos los carteles que marcaban el Al-Khutbtha Trail, al lado de otro cartel que decía “Disfrute de la espectacular vista del Tesoro desde arriba” (en inglés), y llegamos a unas escalinatas.
Empezamos a subir, bastante fácil al principio, después un poco más rocoso, pero nada muy difícil. La subida nos llevo una hora aproximadamente, con algunas paradas para recuperar el aliento, y finalmente llegamos a la gran vista.
Hay una carpa Beduina justo en el lugar de la foto con carteles que dicen “Si quiere la vista tiene que beber algo” (en inglés). Como ya estábamos allí, compramos dos bebidas por 2 dinares cada una y nos sentamos a esperar que los otros turistas terminaran con sus fotos. Fue un lindo descanso de la caminata.
Luego de 30 minutos disfrutando la vista, volvimos sobre nuestros pasos para bajar, lo que nos tomo media hora.
Una vez abajo nos sentamos en unas rocas a almorzar nuestro picnic mientras observábamos como el lugar lentamente se llenaba de turistas.
Caminamos un poco más para ver el Gran Templo, unas ruinas de la era Romana, y el Qasr al-Bint. Podríamos haber seguido el largo camino al Monasterio, pero queríamos recuperar fuerzas para regresar a la noche a ver el show de luces, con lo cual comenzamos el retorno.
Luego de 30 minutos disfrutando la vista, volvimos sobre nuestros pasos para bajar, lo que nos tomo media hora.
Una vez abajo nos sentamos en unas rocas a almorzar nuestro picnic mientras observábamos como el lugar lentamente se llenaba de turistas.
Caminamos un poco más para ver el Gran Templo, unas ruinas de la era Romana, y el Qasr al-Bint. Podríamos haber seguido el largo camino al Monasterio, pero queríamos recuperar fuerzas para regresar a la noche a ver el show de luces, con lo cual comenzamos el retorno.
Habíamos visto tantas fotografías de este momento que estábamos muy emocionados, pero nos desilusionamos. Estaba tan lleno de gente caminando que no se pueden sacar buenas fotos del Tesoro iluminado. El evento consiste en un largo show (muy largo) de música Beduina que era bastante aburrido y luego de media hora en el frio de la noche, el Tesoro es iluminado con colores. Nada realmente especial…
Caminamos de vuelta a través del Siq, luego conducimos hasta nuestro hotel y nos fuimos a dormir.
Día 3 –Petra
Otro madrugón, esta vez llegamos a Petra cerca de las 7 de la mañana y una vez más cruzamos el Siq. Tomamos mas fotografias, no pudimos evitarlo. Una vez que alcanzamos el Tesoro no nos detuvimos por mucho tiempo, simplemente continuamos hacia el camino al Monasterio.
El sendero no está muy bien marcado, probablemente porque los Beduinos ofrecen llevarte en burro, a lo que dijimos que no. Pensamos que es mas seguro caminar antes que ir arriba de un animal por ese camino. Ni hablar del maltrato que sufren los pobres burros.
El camino hacia arriba no es muy difícil, pero si cansador, con hermosas vistas. Estábamos casi solos, era tan temprano que hasta los puestitos de souvenirs estaban cerrados. Luego de 40 minutos llegamos al Monasterio, que es incluso mas grande que el Tesoro. ¡increíble!
Nos tomamos nuestro tiempo sacando fotos desde distintos ángulos hasta que estuvimos satisfechos y luego continuamos a la “Mejor Vista del Mundo”. Hay dos carteles que conducen a distintos miradores, ambos terminando en campamentos que te cobran por la vista.
Fuimos hacia la izquierda y comenzamos a trepar para obtener vistas impresionantes del Monasterio y de las montañas. No creemos que sea necesario ir hasta la carpa arriba de todo para disfrutarlas.
Arrancamos la bajada justo cuando las multitudes de turistas empezaban a subir – gran momento para irnos. Como habíamos visto casi todo en Petra, nos fuimos lentamente por el Siq y almorzamos en el Visitor Centre (no muy barato).
Como teníamos tiempo, manejamos los 15 minutos que conducen a Little Petra. No esta incluido en el Jordan Pass y se supone que es gratis. Hay locales que te ofrecen una visita guiada, a lo que respondimos que no amablemente esperando enojo, pero nos dejaron pasar. No hay un montón de cosas para ver allí, solo algunas cuevas, más pequeñas que Petra, pero del mismo estilo. Estuvimos unos 15 minutos antes de irnos.
Volvimos al hotel y disfrutamos del atardecer sobre Wadi Musa desde la terraza.
Día 4 –Mar Muerto
Arrancamos temprano de vuelta y conducimos los 250 km hasta el Mar Muerto. El camino no era fácil, sobre todo la primera hora y media, atravesando pueblos y cruzando por arriba de las montañas, hasta que llegamos a la Ruta 65 – Jordan Valley Highway. De ahí fue bastante directo.
Llegamos al hotel, el Grand East Resort & Spa, hicimos check-in y nos fuimos directo a la playa. El hotel es un gran resort sobre la playa con muchas piletas y era el mas barato que encontramos en el Mar Muerto. Estaba casi vacío dado que era invierno.
La playa no es bonita: un pequeño pedazo de arena rocosa con reposeras. Lo único que queríamos era ver como se sentía flotar en el agua más salada del mundo. El clima no era el mejor dado que estaba un poco ventoso, pero por lo menos no hacia frio. Pablo no tuvo ningún problema en flotar, pero a mí una ola me llevo puesta y termine ahogándome. Ya sé, ¿quién se ahoga en el Mar Muerto? Lo que si les puedo decir es que muy muy salado.
Nos pusimos un poco de barro en nuestras caras; se supone que es bueno para la piel.
El resto del día lo pasamos relajándonos en el resort, no hay mucho mas que se puede hacer ahí.
Día 5 –Jerash – Amman
Como nos encanta madrugar, hicimos check-out del Grand East Hotel temprano y manejamos por 2 horas hasta Jerash para visitar las ruinas romanas.
Es un complejo enorme, obviamente no tanto como Petra pero mas grande de lo que nos imaginamos. Lo recorrimos en una hora y media. Esta incluido en el Jordan Pass y es el único lugar en Jordania que vale la pena visitar después de Petra si tienen el tiempo.
Se entra a través del Arco de Adriano y el Hipodromo antes de llegar al control. A partir de ahí es todo columnas, puertas y ruinas de templos. Vale la pena ir hasta el Templo de Artemis que es muy bonito.
También se puede obtener una buena vista de la ciudad de Jerash.
Después de eso nos fuimos a nuestro hotel en Amman. Reservamos alojamiento fuera del centro de la ciudad para evitar el tráfico, o al menos eso pensamos. No pudimos evitarlo; es una locura manejar en esta ciudad especialmente los Jueves (eso nos dijeron).
Estacionamos el auto y nos acomodamos en el Easy Inn Amman. Como todavía nos quedaban algunas horas del día nos fuimos a la Mezquita King Abdullah I. No fuimos con el auto sino que nos tomamos un Uber, que fue bastante barato (2 o 3 JD) para evitar el tráfico.
La visita a la mezquita no esta incluida en el Jordan Pass y cuesta 2.5 JD. Hay que entrar por un mercado donde proveen a los visitantes con vestimenta adecuada y te convidan te. El lugar es bonito, bastante moderno, nada como lo que se ve en Estambul, pero es interesante. No lo consideramos un imperdible.
Para cuando volvimos al hotel ya era la hora de cenar, así que compramos un poco de pan y queso y comimos unos sándwiches en nuestro hotel.
Día 6 –Amman
Teníamos un día mas para conocer Amman. Nos fuimos a la ciudadela, ubicada en la cima de un cerro. La verdad es que no nos encantó. Lo mejor es que se obtiene una Buena vista de la ciudad desde arriba.
Después bajamos caminando hasta el Anfiteatro Romano. Ambas atracciones están incluidas en el Jordan Pass.
También caminamos por la zona del centro, llena de comercios, cafés y restaurantes, observando a los locales. El resto del día fue de relax.
En la tarde devolvimos el auto y esa noche nos quedamos en Faraseen Apartments, cerca del aeropuerto, porque teníamos un vuelo temprano la mañana siguiente.
Luego de 6 días en Jordania, viendo casi todo lo que hay para ver, nuestra recomendación es no ir a Amman y dirigirse directamente a Petra y el Mar Muerto.